La creación de la Superliga Europea sigue adelante y marcará el futuro de las grandes competiciones de clubes.
Esta competición proporcionará mayores ingresos, mejor reparto y un formato mucho más competitivo que el actual de la Champions League.
Conviene recordar por qué la Superliga es un formato que permitirá impulsar el fútbol europeo y protegerlo de la ruina económica. Estas son las 20 razones que se expusieron al presentar la competición y que es preciso rescatar para comprobar su vigencia, sentido común y económico y hacer frente a consideraciones de tinte populista de “ricos contra pobres”. Las publicó el diario El Español en el mes de abril. En la actualidad, la Justicia respalda el proyecto y ninguno de los clubes fundadores se ha apartado del mismo.
1. Crisis económica. Los clubes han pasado por serias dificultades debido a la pandemia. La Superliga cuenta con el respaldo de JP Morgan, que ha comprometido 4.000 millones de euros para financiar la competición.
2. Liga abierta. Una de las primeras críticas que se realizaron contra la Superliga era que jugarían siempre los mismos equipos y sería imposible acceder a ella. Sin embargo, la intención de los clubes fundadores no es ni mucho menos esa. La Superliga aspira a tener 15 clubes fijos, los 12 fundadores y otros tres que se sumarían a este núcleo, además de otras cinco plazas que irían rotando cada temporada en función de los resultados deportivos.
3. Los mejores equipos. El gran atractivo de la Superliga, y que convertirá a esta competición en algo totalmente novedoso en el mundo del fútbol, sería el hecho de juntar a los mejores clubes del continente.
4. Aumento de audiencias. Los derechos de televisión se han convertido en el sustento de la mayoría de entidades deportivas. Florentino Pérez, presidente de la Superliga Europea y del Real Madrid, subrayó la importancia de estos ingresos en su primera comparecencia pública. Crear una competición con los mejores clubes de la historia de Europa implicaría concentrar mejores audiencias y, por lo tanto, se podría subir el precio y los ingresos por derechos de retransmisión. Algo que, a su vez, ayudaría a generar mayor interés y que acabaría con partidos sin demasiado seguimiento en fases iniciales de la Champions. Encontrar una plataforma que emitiera los partidos es una de las claves de esta nueva competición.
5. Recuperar a los jóvenes. Las nuevas generaciones han llegado acompañadas de nuevos gustos acaparados por las redes sociales y el constante crecimiento de plataformas como Twitch. Florentino Pérez destacó que “los jóvenes de 16 a 24 años ya no tienen interés en el fútbol. Hay muchos partidos de escasa calidad y no les interesa tanto”. Reunir a los mejores clubes del continente, ofrecer encuentros de primer nivel cada semana y juntar a las estrellas mundiales en una misma competición permitirá recuperar a esa generación perdida.
6. Reactivación de la economía de los clubes. El negocio del fútbol ha ido aumentando considerablemente su peso en el mundo, sobre todo en Europa, en los últimos años. Las cifras no han parado de crecer y el claro ejemplo es que los fichajes iniciaron una escalada hasta precios desorbitados en operaciones superiores a los 200 millones de euros en un solo jugador. Crear la Superliga iría acompañado de ese aumento de ingresos, aumento de competitividad entre los grandes y, por lo tanto, una mayor inversión en el mercado de fichajes. La pirámide, como la ha calificado el presidente de la Superliga, tiene un funcionamiento básico. Si los grandes de Europa tienen fondos, podrán pescar en clubes de menor potencia económica y reactivar la economía de todos los participantes.
7. Encuestas favorables en toda Europa. El proyecto cuenta con una base estadística que les da la razón. Según confirmó el propio Florentino Pérez, realizaron encuestas en todos los países participantes para saber qué apoyo tenía la Superliga, y en todos superaba el 50%. L'Equipe, sin ir más lejos, ha hecho público un informe donde sitúa el apoyo a la Superliga en más del 70% en España y en un 66% en Europa. Opinionway, que fue quien elaboró el estudio, encontró en Alemania el menor apoyo, aunque siempre por encima del 50%.
8. Aplicación inminente. La urgencia que vienen denunciando los clubes no se veía arreglada por la UEFA, que ha fijado la aplicación de su nuevo formato para 2024. Una fecha muy tardía y que, teniendo en cuenta las pérdidas anunciadas y que se confirmarán en unos meses cuando se cierre esta temporada sin apenas entradas vendidas, supone un duro varapalo para todos los grandes clubes. La Superliga podría entrar en acción el año que viene, 2022.
9. Negociación FIFA-UEFA. La intención es que la Superliga salga adelante con el visto bueno de organizaciones como FIFA o UEFA. Esto ayudaría a ambas partes, pues facilitaría la transición en el mundo del fútbol y evitaría conflictos judiciales como los que ya hay en marcha y dudas en los jugadores.
10. Transparencia. Fue la gran crítica realizada por Florentino Pérez, presidente de la Superliga, en su presentación de la competición. La falta de transparencia tanto en UEFA como en FIFA. Desde UEFA hay falta de cifras públicas, de salarios y de reparto de fondos, lo que no ha convencido a los grandes de Europa, que fijarían en la Superliga la transparencia como un pilar fundamental.
11. Compatible con ligas nacionales. La Superliga no coincidiría en el calendario con las ligas nacionales. En el caso de España, La Liga estaría asegurada y en otras competiciones como la Premier League el mecanismo sería el mismo. Además, como se ha comprobado en disciplinas como el baloncesto, el papel de los clubes participantes en sus competiciones domésticas seguiría siendo el mismo: luchar por el título con la misma plantilla.
12. Criterios económicos. Durante las últimas temporadas, el crecimiento de clubes como el PSG o el Manchester City han ido acompañados de la inversión de jeques que dirigen la entidad. La UEFA intentó establecer un Fair Play Financiero para evitar desigualdades en los presupuestos. Sin embargo, no está siendo respetado. En el caso de la Superliga, los criterios y controles económicos serían mayores y buscarían una mayor igualdad entre los participantes.
13. Mejora arbitral. Los equipos arbitrales están en el ojo del huracán del fútbol actual. Y más tras la llegada de la tecnología al fútbol. Muchas críticas, dudas sobre el nivel de los colegiados y notables polémicas cada semana, más allá de la liga o competición en la que se produzcan los errores. La Superliga tendría su propio organismo arbitral y se designaría por criterios técnicos a los mejores árbitros posibles para la competición.
14. Formato coherente. Una de las grandes críticas que se ha realizado a la Champions League es su nuevo formato. Pese a que entrará en vigor en 2024, no es tan sencillo como el de la Superliga: dividido en dos grupos, pasan los cuatro primeros y quinto y sexto jugarían eliminatorias para llegar a la siguiente ronda. Final a partido único y campeón. Por el contrario, la intención de la Champions para ganar más adeptos suponía aumentar a 36 los clubes participantes. Por medio de un sorteo, designar los enfrentamientos con rivales de distintos niveles. Los ocho primeros pasarían a octavos y el resto, hasta el puesto 24, realizarían unos playoffs. “No lo entiendo”, llegó a indicar Florentino Pérez.
15. El espejo de la Euroliga de baloncesto. La competición de baloncesto es el mejor ejemplo para comprobar que este tipo de formatos acaba triunfando. La Euroliga, por medio de sus clubes, rompió con la FIBA y creó una competición propia que, desde que hace 21 años dio sus primeros pasos, ha ido evolucionando hacia un formato mucho más competitivo. La Euroliga cuenta con licencias fijas, licencias temporales e invitaciones para clubes. Participar en ella sin ser fundador depende tanto de su rendimiento deportivo como de lo que se puede aportar a la Euroliga. Es decir, la competición que ahora lidera Bertomeu invita a entidades como el Bayern o el ASVEL francés para ganar mercado en dichos países.
16. Una nueva revolución. El fútbol, como todo en la vida, debe evolucionar, como pasó con la creación de la Champions League, o con las diversas modificaciones que ha ido acometiendo la competición UEFA en la última década para hacer el formato más atractivo, o los cambios en el reglamento del fútbol. Todas las modificaciones suscitan polémicas, pero forman parte de los constantes cambios y adaptaciones al momento en cuestión. La Superliga abriría un nuevo camino en el fútbol.
17. Fondo de solidaridad. Otra de las críticas realizadas a la Superliga ha sido la de la falta de solidaridad con el fútbol humilde. Pero, pese a ello, se ha subrayado desde la organización que se creará un fondo de solidaridad. Y es que en el comunicado inicial se cifraba en 10.000 millones la cantidad que conformaría este fondo, que iría destinado al fútbol más modesto y repartido de forma transparente. El único cambio sería que no estaría gestionado por la UEFA, como en la actualidad.
18. Impulso al fútbol femenino. Uno de los aspectos que más ha pasado desapercibido de la Superliga es que, tras su implantación, se buscaría hacer lo propio con el fútbol femenino. Un detalle muy importante y que supondría el impulso definitivo. Aumentarían los ingresos en estas secciones y se daría una mayor visibilidad, lo que también permitiría acaparar un mayor número de aficionados.
19. Seguridad jurídica. La Superliga cuenta con seguridad jurídica, como demuestran las últimas resoluciones que han fallado a su favor y han protegido a los clubes fundadores de las amenazas de la UEFA. La Unión Europea es además muy clara en sus criterios contrarios a monopolios como el que ejerce la UEFA en la organización de competiciones en el continente.
20. Inclusión de otras competiciones. La Superliga no quiere ser la única competición de fútbol en Europa, pero sí la que aglutine a los mejores clubes del continente. Por ello, y siguiendo esa línea de negociación y acuerdo con los organismos UEFA y FIFA, desde los clubes fundadores no se ha cerrado la puerta a nada. Florentino Pérez, presidente de la Superliga, dejó entrever que incluso se podría acabar creando una competición similar a la de la Eurocup de baloncesto, cuyo título implica entrar en la Euroliga.
Fuente: El Español
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