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OPINIÓN

Qué hacer para salvar al fútbol

Qué hacer para salvar al fútbol

Once contra once, un balón y dos porterías. El fútbol. Un juego tan sencillo que nació hace poco más de un siglo se convirtió a lo largo de los años del siglo XX en el deporte rey del mundo.

Unas reglas básicas en las que primaba dar ventaja al equipo que lleva la iniciativa y arriesga, y castigar al que simula y juega sucio. Un juego de alto contenido físico, pero marcado por los límites de la intencionalidad (disputar el balón con fuerza y nobleza frente a ir a hacer daño con mala saña). Y el gran invento del fuera de juego para consolidar un desarrollo del juego compacto y bien repartido por el terreno de juego.

Hoy, sin embargo, nuevas reglas que limitan el contacto y la influencia de la tecnología para corregir errores de los árbitros están convirtiendo al fútbol en un deporte poco ejemplar, aburrido y falto de ritmo. Los que amamos este deporte creemos que aún está a tiempo de corregirse la deriva insulsa a la que llegan muchos partidos. Estas son algunas ideas que pueden recuperar la ilusión por este espectáculo:

Castigar los fingimientos. De un tiempo a esta parte, jugadores fuertes como un roble se desploman y fingen al más mínimo contacto, se llevan las manos a la cara tras disputar un balón aéreo y gritan tras un choque como si les hubieran arrancado el hígado. Esta actitud debe ser castigada, con tarjetas o con la exclusión del campo por un tiempo determinado, como sucede en otros deportes.

Tiempo de juego real. Al hilo de lo anterior, el equipo que va ganando pierde muuuucho tiempo. Hay que parar el crono cuando se para el partido. Se puede jugar dos tiempos de media hora de juego real. No escatimar así tiempo de juego a quien paga una entrada o ve el partido por TV y beneficia al equipo que lucha por mejorar su resultado.

Aplicar el VAR respetando la esencia del juego. No todas las manos son penalti. Hay que aplicar el VAR con sentido de la intencionalidad y, sobre todo, para las agresiones, los fingimientos y los “goles fantasma”.

Mover la línea de fuera de juego. En lugar de la línea de medio campo como límite para estar en posición correcta, situar esta línea en el medio de cada campo de un equipo. Eso creará más espacios y más ocasiones de gol, y evita la aglomeración de jugadores en el medio campo.

Crear una Superliga. Al estilo de la NBA o la NFL de Estados Unidos o la Euroliga de baloncesto. Los grandes equipos ofrecerán partidos de alto interés, sin necesidad de que renuncien a sus campeonatos nacionales.

Desarrollaremos estas y otras cuestiones en próximas entregas, con la participación y debate de los socios y usuarios de esta web.

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