La Premier League ha acusado a este club de 115 infracciones de sus políticas a lo largo de 15 temporadas diferentes.
En un arículo publicado este mes en la revista "Lawyer Monthly" se señala que el Manchester City, club inglés fundado en 1880, lleva varios años atrapado en una pelea legal con la Premier League que hasta el momento no ha resultado en condena significativa alguna. El club está acusado incumplir las políticas del FFP (Fair Play Financiero) y de la Premier League. El canal Sky Sports afirma que la Premier League ha acusado a este club de fútbol de 115 infracciones de sus políticas a lo largo de 15 temporadas diferentes.
Estas infracciones incluyen no revelar información financiera precisa y detalles de la remuneración de los directivos. Las infracciones señaladas ocurrieron entre los años 2009 y 2018, en los que el club ganó la liga en tres ocasiones.
El juego limpio financiero
Las políticas de juego limpio financiero se introdujeron en el año 2009, cuando la UEFA estaba preocupada por el número de clubes que gastaban más de lo que ganaban en su búsqueda del éxito. Algunos de estos son conocidos como clubes-estado, por estar respaldados o liderados por gobiernos sobre todo de los Emiratos árabes. Los más conocidos son el propio Manchester City y el Paris Saint Germain, el primero bajo el paraguas de Abu Dhabi y el segundo avalado por Qatar.
En 2008, el Abu Dhabi United Group, grupo de inversión liderado por el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, miembro de la familia real de los Emiratos Árabes Unidos, compró el Manchester City.
Los clubes estaban generando deudas que no eran sostenibles y que en una situación normal les habrían llevado a la quiebra. La Premier League adoptó su propio conjunto de FFP, centrándose en las normas de rentabilidad y sostenibilidad. Esto significa que ahora la Premier League revisa el gasto de cada club y establece un límite en la medida en que pueden seguir perdiendo. Ningún club puede perder más de 105 millones de libras en tres años.
Sin embargo, esto no incluye el gasto en inversiones en el estadio y el campo de entrenamiento, programas comunitarios, fútbol femenino y desarrollo juvenil, partidas que se conocen como 'add-backs' y están excluidas de las restricciones.
Estas políticas de fair play financiero permiten a cada club evitar deudas insostenibles y así asegurar su continuidad. Además, cada equipo tiene el gasto restringido, lo que significa que ningún club puede beneficiarse de determinadas inversiones financieras y tener así igualdad de oportunidades para competir en la Premier League en función solo de su nivel competitivo y habilidad en el juego.
¿Afrontará el City alguna consecuencia?
El club británico fue suspendido en el año 2020 por dos temporadas y multado con 30 millones de euros; sin embargo, esta sanción se paró tras una apelación en el Tribunal de Arbitraje para el Deporte (CAS) y la multa se redujo a 10 millones de euros. La apelación señalaba que las infracciones no estaban bien reguladas y, por lo tanto, el club no podía ser condenado por ellas.
El club británico fue suspendido en el año 2020 por dos temporadas y multado con 30 millones de euros
Hay que destacar que el Manchester City no fue el único equipo acusado de incumplir las políticas de la Premier League. El Everton y el Nottingham Forest también fueron acusados de incumplir las normas de rentabilidad y sostenibilidad. El Everton fue castigado con 10 puntos menos en la Liga en noviembre.
El Manchester City no solo ha podido infringir las normas que atañen a su competición doméstica sino que la Premier League también alega que no cumplieron con las políticas financieras de la UEFA en el transcurso de cinco años. El diario “The Guardian” ha publicado que también han sido acusados de no cooperar plena y adecuadamente con la investigación de la Premier League.
El canal “Manchester News” por su parte informó que en los últimos dos años el club ha gastado más de 400 millones de libras en fichajes y no ha ingresado a cambio una cantidad significativa. Asimismo, el club inglés también sufrió una pérdida de 42 millones de libras en el año fiscal después de reportar un déficit récord de 115 millones de libras en 2022.
En resumen, que el Manchester City está gastando demasiado y obteniendo pocas ganancias, lo que supone un claro incumplimiento de las políticas de FFP que podría resultar en multas o en una deducción de puntos en su liga. El Manchester City ha negado todas las denuncias de incumplimientos, haciendo que el caso sea complejo y se dilate en el tiempo.
Desde la última reunión de la Premier League, que se centró en cómo asegurarse de que las políticas de FFP se siguen estrictamente, aún no se ha llegado a un veredicto. Sin embargo, las discusiones sobre cómo asegurarse de que los clubes de fútbol se adhieren a las políticas fueron una prioridad. La capacidad financiera del Manchester City para gastar no solo en fichajes sino en abogados para su batalla legal ha provocado que este caso se prolongue. Mientras tanto, el club todavía no ha afrontado ninguna consecuencia real, mientras que otros, como el Everton, sí han tenido sanciones en forma de puntos quitados por las mismas acusaciones. La cuestión de si el Manchester City afrontará alguna vez alguna consecuencia por su a todas luces demostrado incumplimiento de las políticas de Fair Play Financiero.